viernes, 27 de diciembre de 2013

El TKSAT-1 entra a su órbita final y en las estaciones terrenas se alistan para tomar el control del satélite



El satélite Túpac Katari (TKSAT-1) entra a su órbita definitiva y los técnicos de las estaciones de Amachuma, en El Alto, y La Guardia, en Santa Cruz, se alistan para tomar el control y empezar las pruebas que se prolongarán por al menos dos meses. A partir de marzo estará operando plenamente, informó el ingeniero de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Cidar Ramírez.

“El satélite está a 35.900 kilómetros de la tierra, a punto de llegar a su posición final, de hecho está en su posición geoestacionaria final. Es probable que en el trascurso de la tarde de hoy o mañana ya esté en su órbita definitiva”, explicó el técnico.

El ministro de Obras Públicas y Vivienda, Vladimir Sánchez, informó a través de su cuenta de Twitter sobre la ubicación del TKSAT-1. “Nuestra estrella Tupac Katari esta en la órbita definitiva controlada por técnicos chinos y bolivianos desde la estación de Amachuma (SIC)”.

El 20 de diciembre, a las 12.42, fue lanzado el aparato al espacio desde el centro espacial chino de Xichang; el presidente Evo Morales asistió al evento. El objetivo de la iniciativa es mejorar la cobertura de los servicios de telefonía celular e internet, especialmente en zonas alejadas de los centros urbanos, regiones tradicionalmente olvidadas por empresas privadas por su escasa o nula rentabilidad.

Durante esta fase el Túpac Katari pasó por el continente e “iba describiendo órbitas elípticas hasta llegar a la órbita circular mediante las maniobras”, explicó Ramírez.

“Una vez entre a su órbita final se debe hacer la pruebas de todos y cada uno de los equipos de comunicación que los denominamos transpondedores, ese proceso puede durar meses, porque se tiene que hacer pruebas de cobertura”, indicó.

Los trasnpondedores son dispositivos que permiten captar la señal entrante y saliente del satélite a la frecuencia de los equipos en banda base, es decir a la banda de frecuencia.

Una vez concluya su posicionamiento, los centros de monitoreo terrestre de Amachuma y La Guardia tomarán el control de las señales del satélite. “Como va a estar vista desde este lado del planeta, desde China ya no se lo va a poder ver ni controlar”, explicó.

Las pruebas podrían extenderse hasta fines de febrero. “Esperamos que ese proceso dure un par de meses y que desde los primeros días de marzo tengamos una entrega final del satélite, con todos sus elementos funcionando por parte de la empresa china (Great Wall Industry Corporation”, detalló Ramírez

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