viernes, 20 de diciembre de 2013

Base Grigotá ya opera en Santa Cruz

La cúpula del Gobierno llegó ayer a La Guardia para decir que Santa Cruz es parte del inicio de la historia espacial boliviana. Ayer, a las 13:30, el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, asistió a un pomposo y militarizado acto para inaugurar la segunda estación de monitoreo del satélite Túpac Katari: la base terrena Grigotá.

“Hemos invertido $us 8,9 millones (...). Hoy podemos decir: base terrena Grigotá, lista”, anunció García Linera, que arengó a los presentes diciéndoles que Bolivia dará hoy su primer paso en la historia espacial y, gracias a los recursos de los que se dispone y la estabilidad política que hay, es posible proyectar al Estado en la región.

Una vez que el satélite boliviano cruce los cielos y se ubique en órbita, la estación de La Guardia funcionará como parte del sistema de monitoreo del funcionamiento del equipo, asistencia en el mantenimiento de órbita espacial y apoyo a la estación central de Umachuma (El Alto).

Los becarios, In Situ

Una parte de los tres grupos de 78 becarios bolivianos que se capacitaron, entre 10 y 12 meses en China, fue puesto al servicio de la estación Grigotá. José Coca, ingeniero en Informática, especializado en monitoreo de satélite, dijo que los becarios tendrán la función de operar y de mantener la base de monitoreo. “El satélite está sujeto a muchas perturbaciones de gravedad y se desvía de su posición y es necesario que se mantenga en una órbita específica, y para eso hay que realizar maniobras orbitales. Ese es nuestro trabajo”, explicó Coca, que fue encargado de exponer los procedimientos de operación en La Guardia durante la inauguración.

El poderío de la tecnología

La oposición parlamentaria ha cuestionado el gasto de más de $us 300 millones en el Túpac Katari, frente a otras carencias inmediatas en salud y en educación; sin embargo, para el Gobierno el lanzamiento del primer satélite boliviano, su operación y administración desde Bolivia, y el potenciamiento de la energía atómica, son aspectos que proyectan al país en la región a largo plazo.

“Hace 10 años era impensable que Bolivia tenga esta tecnología; ahora no tendremos necesidad de pagar por alquiler de satélite a otros países”, sostuvo García Linera, en un acto que de a poco tomó la forma de mitin político, de aclamaciones para él y para el presidente Morales.

Para el Gobierno, la puesta en marcha de las estaciones Grigotá y Umachuma reflejan “el poderío del país”, también puesto al servicio de “la soberanía nacional”.

La estación cruceña

En Santa Cruz las obras de la estación terrena de respaldo comenzaron en abril. Está compuesta por dos antenas, una de 13 metros de diámetro y otra de cinco metros. También cuenta con un edificio técnico-administrativo, con un laboratorio, seguridad y energía.

Según el ingeniero en telecomunicaciones Boris Arevey, director regional de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), después del lanzamiento del Túpac Katari, hoy, el satélite demorará dos semanas para llegar a su órbita, que estará ubicada a 36.000 kilómetros de la Tierra. A partir de allí habrá dos meses de pruebas y se estima que prestará servicios a partir de marzo de 2014. El aparato tiene fines de información, así como de seguridad y defensa nacional

Para saber

Dos antenas
El Túpac Katari será monitoreado por dos antenas terrenas, de 5 y 13 metros de diámetros. Una se encuentra en Amachuma, en El Alto, y la otra en La Guardia.

Los servicios
Las estaciones terrenas tienen las funciones de seguimiento, posicionamiento del satélite en su órbita, de operaciones de telemetría y telecomando.

Costos
El proyecto tiene un costo total de $us 300 millones, que es financiado por el Banco de Desa-rrollo de China, con una contraparte del Estado boliviano.




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