El primer satélite espacial boliviano, el “Túpac Katari”, fue lanzado ayer desde la base espacial de Xichang (suroeste de China), donde la operación fue seguida por el presidente de Bolivia, Evo Morales, y los ministros de Planificación, Relaciones Exteriores y Defensa.
El lanzamiento, mediante cohetes propulsores Larga Marcha 3B/E, se llevó a cabo a las 00.42 hora local del sábado (12.42 GMT del viernes) desde la citada base de la provincia china de Sichuan, situada a 1.800 kilómetros de Pekín, según imágenes transmitidas por el centro de control.
El satélite tiene como principal finalidad mejorar las telecomunicaciones de Bolivia y ha supuesto una inversión de 302 millones de dólares, financiados en un 85 por ciento con un crédito del Banco de Desarrollo de China, mientras el resto corre por cuenta del Estado boliviano.
Será operado desde dos estaciones de control, una en Amachuma, en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, y la otra, inaugurada este 19 de diciembre, en La Guardia (departamento de Santa Cruz).
El personal civil y militar que operará estas bases, unas 80 personas, recibió formación específica en China, como parte del programa de cooperación tecnológica bilateral.
El satélite, fruto de un acuerdo de cooperación firmado por ambos países en 2009, fue construido por la Corporación Industrial Gran Muralla, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China.
Con un peso de 5.200 kilos y una vida útil de 15 años, el “Túpac Katari”, bautizado con el nombre del líder indígena que se rebeló contra el imperio español en el siglo XVIII, beneficiará sobre todo a áreas rurales de Bolivia, a las que facilitará el acceso a internet y brindará apoyo en programas de educación a distancia.
El satélite también se empleará para fines de seguridad y defensa, así como en telemedicina, y dispone de tres canales de comunicación que trabajarán en tres frecuencias (una de ellas cubre Bolivia, otra se utilizará para radio y televisión, y la tercera abarcará Suramérica).
El “Túpac Katari” tardará unos 14 días en estabilizar su órbita y conectarse con las dos estaciones bolivianas de control, y se prevé que comenzará a funcionar plenamente a finales de marzo o principios de abril de 2014.
Se calcula que el satélite ayudará a ahorrar a Bolivia unos 15 millones de dólares en gastos de alquiler de servicios de satélites extranjeros, además de que puede atraer ingresos si su utilización es arrendada a otros países suramericanos.
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