Para cerca de tres millones de bolivianos, —que viven dispersos en pequeñas comunidades a lo largo y ancho del extenso territorio nacional, dedicados fundamentalmente a las actividades agrícolas de pequeña y mediana escala y en condiciones muy difíciles y sin acceso a los servicios de telecomunicaciones— el Satélite Tupac Katari, según el libro “Bolivia, la historia de cómo llegamos al cielo” - vale y brilla más que la esperanza.
En muchas regiones, donde resulta excesivamente caro y casi imposible establecer redes de telecomunicaciones terrestres que lleven servicios a las poblaciones dispersas, la tecnología satelital se presenta como la respuesta más adecuada y eficiente para llevar telecomunicaciones a todo el país, en un plazo relativamente corto y con costos muy razonables, dice el citado libro que difunde el Ministerio de Comunicaciones.
Por eso, sólo un satélite propio, como el Tupac Katari, está en condiciones de cubrir todo el territorio nacional y llegar a los lugares más remotos, a todas las poblaciones, que ya han comenzado a levantar los telecentros, —que son estaciones terminales terrestres relativamente sencillas y económicas y que requieren además de poca energía para funcionar— y así recibir la señal del satélite boliviano, orientado a comunicar, transformar y encaminar la vida rural hacia el progreso y la igualdad de oportunidades.
Modelo chino
En su propósito por garantizar que la primera incursión boliviana en la carrera espacial sea exitosa, el Estado tomó la decisión de adjudicar directamente la construcción y ejecución del proyecto a la corporación espacial de la República Popular de China, el gigante asiático que motoriza y dinamiza la economía mundial.
Esta decisión de optar por la invitación directa se sustentó en dos factores fundamentales. Uno de ellos es la peculiar característica de la industria espacial internacional, en la que existen muy pocas empresas especializadas y de renombre mundial que sean capaces de producir estos bienes y servicios tan sofisticados.
El segundo factor tiene que ver con la experiencia internacional en la construcción de satélites y que muestra que varias licitaciones concluyeron fracasando por la ausencia de empresas ofertantes, lo que postergó indefinidamente la ejecución de los proyectos espaciales, como en su momento fue el caso de Colombia y Brasil.
Segundo satélite
El lanzamiento y puesta en operaciones del satélite de telecomunicaciones Tupac Katari, aunque es un hito en la moderna historia nacional, tan sólo es el primer gran paso que dará Bolivia en la industria espacial. En la agenda gubernamental ya están inscritos nuevos emprendimientos y desarrollos tecnológicos, que incluyen en el mediano y largo plazo la construcción de modernos satélites para impulsar la producción e industria nacionales.
El presidente Evo Morales ya anunció que, tras el lanzamiento del TKSAT-1, el siguiente paso sería la construcción y puesta en órbita de un satélite de prospección para identificar las áreas en las que se puede desarrollar la explotación racional de los recursos naturales en beneficio de los bolivianos.
El director de la ABE, Iván Zambrana, explicó que este proyecto podría comenzar a desarrollarse en 2014, con el respectivo estudio de factibilidad. Este satélite de prospección sería más pequeño, estaría a menor altura y su costo sería menor al del Tupac Katari.
Este satélite permitirá analizar el contenido de la superficie y del subsuelo terrestre del país, para ayudar en la búsqueda de riquezas mineralógicas, como petróleo y gas natural, entre otros recursos naturales. Asimismo, en sus múltiples posibilidades de uso, se podría levantar un exhaustivo inventario de los recursos naturales, llevar una cuenta de cultivos y de los reservorios de agua.
* Extractado de “Bolivia, la historia de cómo llegamos al cielo”.
Partes del satélite
1. Paneles solares: generan electricidad a partir de la luz del sol, para instrumentos electrónicos.
2. Cuerpo: alberga equipos de telecomunicación
3. Antena Ka: recibe y transmite señales.
4. Antena TT&C: transmite datos de telemetría desde el satélite y recibe los comandos de control desde la tierra.
5. Antena C: recibe y trasnmite señales de microondas en banda C extendida.
6. Antena KuFSS: recibe y transmite señales de microondas en banda Ku.
7. Puntos de Apogeo: motor cohete de 490N que llevará al satélite desde la órbita de transferencia
8. Propulsores: motores cohete de 10N de empuje.en el área de cobertura. 9. Antena.
9. Antena Ku BSS: transmite señales de radio y TV satélital en banda Ku.
Teleeducación básica
Teleeducación básica. Clases, disertaciones y videoconferencias con programas interactivos de educación primaria y secundaria a distancia. Los estudiantes y maestros ya no tendrán que trasladarse grandes distancias para tener una educación de calidad porque tendrán acceso a programas y plataformas de educación mediante el uso de internet y otros sistemas de comunicación.nApoyo a los docentes en el área rural, con contenidos multimedia.
Estación Amachuma
La estación de Amachuma está construida en pleno altiplano y cuenta con seis grandes antenas parabólicas. La estación de control de La Guardia es de “reserva” y tendrá dos antenas. En caso de algún problema serio en la estación de Amachuma, se convertirá en la central terrestre principal. En la construcción y equipamiento de ambas estaciones de control del satélite, a cargo de técnicos chinos, se invirtieron 50 millones de dólares.
Entidad especializada
Con la conformación de la Agencia Boliviana Espacial, el país cuenta con un organismo técnico que se encarga específicamente de los asuntos satelitales y se convierte en la contraparte boliviana para la implementación de los proyectos satelitales. El Decreto 0423 de 10 de febrero de 2010 establece, en su artículo 4, que I. La ABE estará a cargo de un Director General Ejecutivo como Máxima Autoridad Ejecutiva, nombrado por el Presidente.
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